domingo, 5 de septiembre de 2010

Capitulo 11

-Y… se nos acabo el tiempo- dijo el hombre mirando agradecido su reloj
-¿Realmente quieres dejarlo hasta aquí?
-Bueno, si quieres, puedo llamar a la psicóloga para que termine de entrevistarte.
-Quiero terminar esto lo antes posible- dije mirando el gran espejo que estaba a las espaldas del agente- Así que si- intente sonreír.
-Nos vemos.
En ese momento me permití relajarme y ordenar en mi cabeza lo que venía a continuación.
Vi como entraba una chica alta y castaña, con ojos pardos. Era muy parecida a Summer.
-Comienza- sonrió mientras tomaba asiento.
<<.Directo al grano.>> pensé.

-Y yo que tú vendrías.
Me sobresalte al ver como, dos de los hombres de antes, traían a un Peter lleno de moretones y sangre en el labio inferior.
-El no tiene nada que ver en esto- estaba cada vez más furiosa.
-Claro que si, Stephenie- se acercó a Peter- ¿No vez que todo este tiempo te mintieron?- dijo mientras tiraba del cabello de Peter.
-No… no entiendo.
-A lo que me refiero es que tú amorcito salía con Summer hace no más de unos días y un poco más ¿No recuerdas el “es mío”?
-Eso no es cierto- le grite- ¿Cómo sabes tú que ella dijo eso?
-Tengo ojos en todas partes- dijo señalando una cámara que colgaba sobre un estante lleno de libros- ¿Me vas a negar lo de Peter con Summer ahora?
-Hace unos días, seguramente escuchaste, ella dijo que yo era su “juguete sexual” y otras cosas así- me defendí, bueno, lo defendí- Supongo que ya lo sabía.
-No- rió- ella sabía que tú estabas escuchando y solo quiso molestarte, sabía lo que estabas empezando a sentir por él.
-¿Y lo de “Si, pobre ingenua y afortunada chica”?
-Seguro escucho como te alejaba y, como le escuche decir tú primer día, estaba celosa de que Peter te hubiera contado su triste historia.
-Peter,- necesitaba escucharlo de él- dime que es mentira- le suplique.
Bajo la vista a sus pies, incapaz de mirarme a los ojos.
-¡Yo confié en ti!- hable con la mandíbula apretada y conteniendo los sollozos- ¡Todo lo que me dijiste era una puta mentira!
-¡No!- replico-Te amo y tú lo sabes. Eso fue lo único que te oculte para poder estar contigo, cuando te dije que te extrañe todo este tiempo fue verdad, pero no podía estar esperando a que aparecieras mágicamente… pensé que nunca volverías. ¿Recuerdas el día en que te ignore? Estaba buscando la mejor forme de terminar con ella.
-¿Sabes lo que hacía en los momentos en los que desaparecía?- Edmund acaricio mi mejilla, a lo que respondí apartando con fuerza mi cara- Exacto, iba a hablar con Summer.
Sentí asco, pero incapaz de terminar con Peter. ¿Cómo iba a saber yo que me iba a enamorar de un chico de esa manera? Me sentí capaz de golpear a Edmund y correr a abrazar a Peter, pero mi orgullo me lo impedía ¡¿Por qué tenía que ser tan orgullosa?
-¡Eso no es cierto!- se defendió.
Me acerque a Edmund lentamente. Supuse que pensó que lo iba a besar (Peter también), pero lo golpee en el rostro lo más fuerte que mi rabia me permitió.
-Me das asco.
Me dirigí a una de las salidas, pero uno de los hombres me bloqueo la puerta.
Me registraron entera, hasta que llegaron a mis bolsillos.
-No querrán tocar eso, estoy resfriada- mentí.
Terminaron de registrarme, pero no me dejaron seguir mi camino.
-¿Qué más quieres de mí? ¿Piensas que voy a confiar en ti? Después de todo, tú también me mentiste- le recrimine.
-Ya veo que no, pero no puedo dejar que te vallas.
-Entonces déjalo ir a él- dije señalando al gran mentiroso.
-Eso es justo- dijo con una sonrisa.
Por el rabillo del ojo, vi como lo dejaban ir por la entrada principal. Suspire y me quite las lágrimas casi secas de mis mejillas.
-Bien, ahora que…

-¡Espera!- me pidió la chica.
-¿Si?- pregunté sin mostrar emociones.
-Esto fue en el desierto ¿cierto?- asentí- ¿Cómo fue que te encontramos mucho más al sur?
Reí con ganas, hace mucho tiempo que no lo hacía.
-Ya llegaremos a esa parte, ten paciencia.
-¿No quieres comer nada?- pregunto cambiando el tema.
-No gracias…
-Melanie.
-No gracias, Melanie. ¿Sabes? Te pareces mucho a Summer.
-¿A la perra?
Volví a reír, me hacía tan bien.
-Si.
-¿Perdonaste a Peter por eso?
Me quede en silencio. Recordar los momentos que había pasado con el me hacía sufrir mucho aunque no lo pudiera admitir, aunque no quisiera admitirlo.
-¿Cómo no hacerlo?
-No entiendo, yo lo hubiera dejado enseguida.
Suspire.
-¿Has amado alguna vez a alguien tanto que te hace perder la razón? Además, el estaba con ella desde antes de que yo llegara Melanie, no era su culpa de algún modo.
-¿Stephenie?
-Dime.
-¿Lo extrañas? Bueno, si quieres hablar de eso- vaciló- me lo puedes contar.
-Después de esa revelación, no volví a confiar en las personas como lo hacía antes, me volví un libro completamente cerrado para muchos. A los agentes les costo mucho “abrirme”- bufé- Pero si, lo extraño y mucho- dije conteniendo los sollozos.
-Por una parte tienes razón, estuviste unas semanas sin hablar cuando llegaste aquí. Stephenie, me encantaría encontrarlo…
-¡¿No esta muerto?!- dije levantándome de un salto.
-No encontraron su cuerpo por ningún lado, por eso te necesitamos… termina la historia.
Me volví a sentar al tiempo que asentía.

-Bien, ahora que estamos solos podemos hablar- dijo volviendo a acariciar mi mejilla.
-Ya te dije que me das asco, no me toques- otra vez aparte su mano de mi rostro.
-Prepárate estos días- susurró en mi oído, lo que me hizo tener unos escalofríos- porque ni tú ni tus amigos van a estar cien por ciento seguros.
Vi como se iban todos, dejándome sola en la biblioteca.
Me sentí completamente sola y desamparada ¿Cómo mi vida había dado ese giro tan extremo? Hace unos minutos había estado tan feliz abrazada a Peter, ahora estaba muy confundida y, de algún extraño modo, triste.
Salí con la mirada extraviada y pasos torpes. No se como ni cuando, me encontré con Ryan.
-¡Stephenie! ¿Dónde estabas?
Me limite a abrazarlo y llorar sin control. Mi cuerpo se agitaba a cada nuevo sollozo. Me quería meter en un hoyo profundo, donde no pudiera pensar ni recordar. De pronto me encontré a mí misma deseando volver a perder la memoria, sería capaz de pasar por eso otra vez, pero está vez nunca iría al ayuntamiento y me rehusaría a conocer a ningún Peter Egan.
-Dime que pasó- me ordenó cuando por fin me calme.
-Todo es una mentira- susurre y lo volví a abrazar con más fuerza.
-Es por Peter ¿o me equivoco?- asentí- Creo que lo supe desde un principio, ese tipo te iba a hacer sufrir.
-Quiero volver a casa.
-No eres la única, Steph, de alguna forma todos quieren irse a casa.
Lo que quedaba de la tarde pasó así. Cuando me termine de desahogar, le pedí que me dejara ir a mi cuarto, a lo que él me preguntó si estaba segura. Por fin me dejó irme dándome un beso en la frente y un gran abrazo.
Estaba de más decirle lo que me había echo el gran mentiroso y lo que me había dicho Edmund y Lena, el ni los conocía ni necesitaba hacerlo.
Llegue a mi cuarto unos minutos después. Me deje caer sobre mi cama agotada. Necesitaría mañana buscar un computador para llenar esta porquería de celular de música para pasar estos ratos de soledad, eso si seguía viva.
De pronto, escuche la puerta abrirse y unos pasos. Me quede quieta. Si era el gran mentiroso, lo echaría a patadas de mi cuarto.
-Stephenie, oí lo que paso, lo siento mucho.
Para mí gran alivio, era April.
-Pensé que estarías con él.
-¿Te digo algo? Me siento culpable, debía de habértelo advertido desde el principio, pero Peter me suplico que me uniera a su secreto- se sentó a mi lado- En ese entonces no te conocía tan bien.
Me incorpore sentándome sobre la cama.
-No lo culpó, yo llegue cuando ellos estaban juntos.
-Stephenie- dijo empujándome suavemente el hombro para que apoyara mi cabeza en su regazo- Esa no es excusa para haberte besado cuando estaba con ella ni tampoco para habértelo ocultado ¿Por qué crees que yo la odiaba tanto?
“Pero debemos contar también que ustedes se conocieron desde hace mucho y que él nunca te olvido”
-Yo si lo hice… ¿Te lo contó?
-Le obligue a hacerlo cuando me dijo que no te dejara irte con Summer. Cuando me lo contó todo, entendí que seguramente había sido por el pacto de “no saldrás con el ex de tú amiga”
Si volviera a empezar desde el principio, no le hubiera echo caso a April y me hubiera ido con Summer para nunca poder haber estado con Peter.
-¿Él es virgen?- era segunda vez que hacía una pregunta así y aún no dejaba de hacerme sentir incomoda al hacerla.
-¿Quieres saber si se metió en ese sentido con Summer? Pues no, pero pensaban hacerlo ese mismo sábado… hasta que tú llegaste.
-¿Eh?
-Ese pasó iba a significarle dejar la esperanza de que volverías, pero cuando te vio sus sentimientos volvieron a “aflorar”- dijo acariciándome la cabeza con cariño maternal.
-¿Crees que debería perdonarlo?
-Esa es tu decisión, pero me gustaría agregar que lo vi muy destrozado cuando nos soltaron.
-Hablando de eso, ¿por qué lo hicieron?
Me volví a incorporar y vi duda en sus ojos.
-Te buscaban a ti.
-Lo supuse… ¿Quién era la chica que Richard miraba tanto?
-¡Ah, ella! Elisa Simons, la que domino el corazón del indomable- río.
-Gracias, April- dije abrazándola fuerte- Eres una muy buena amiga.
-La mejor- dijo con orgullo y sin poder evitar soltar una risita- ¿Cómo supiste que Richard la miraba?
-Peter me dijo que esperara afuera, después de que el entro al comedor abrí un poco la puerta para poder observar.
-¡Claro!
-Ahora debo irme- le sonreí.
-Stephenie, piénsalo bien antes de perdonarlo… no vallas a cometer el peor error de tu vida.
-Por supuesto- le dije y ella abandono mi habitación.
Tome el teléfono, los audífonos y el cable para conectarlo al computador, no sin antes ver en el manual donde quedaba la sala de computación. Camine rápidamente hasta llegar a ella. Había unos cuantos internos sumergidos en la pantalla, algunos se dieron media vuelta con rencor en sus ojos.
Tome unos de los puestos más apartados de todos y estuve una hora y media llenando el teléfono de música. Cuando termine, emprendí el viaje a mi cuarto, pero me encontré con Richard en el camino.
-¿Cuándo pensabas contarme lo de Elisa?
-¡Perdóname! Se me olvido por completo contártelo- se disculpó.
-No era tu obligación- le sonreí poniendo mi mano en su hombro.
-Ella es increíble, nunca había conocido a alguien así. Es tierna, dulce, simpática y risueña.
-Me alegro por ti- no pude evitar sonreír melancólicamente.
-Oí lo que pasó, realmente lo lamento.
-Todo se solucionara, no puedo pasar mucho enojada con él- dije encogiéndome de hombros- Creo que le amo demasiado.
Richard me abrazó y me dio un hasta luego.Me puse los audífonos y fui tarareando la melodía hasta que llegue al invernadero, mi subconsciente me había traído aquí.

3 comentarios:

Bren dijo...

o.O
nunca pense que daria ese giro la historia
siempre pense que era miel sobre hojuelas
el romance que tenian Peter&Stephine!!!
siempre logras salirte de lo cotidiano y de esperado!!
para que todo sea inesperado y siempre n cada
capitulo te sorprendas!!!
de vdd!! me agrada la manera en que escribes!!
y ya ansió leer el proximo capitulo!!!
bsos

Anónimo dijo...

valitaaa siguee escribiendo ocaso toi dmaciaooo metiaaa

Ginebra dijo...

Qué historia... Por favor, por favor, por favor,... Sigue escribiendo, ¡lo necesito! Ja ja ja... Avísame cuando escribas más de Ocaso, ¿vale?
Por favor, ¡no tardes!